El mundo en nuestras manos

Hábitos para una vida saludable





Somos conscientes de la necesidad de conseguir y mantener un cierto grado de bienestar físico y mental para sentirnos sanos. Recordemos que la OMS define la salud como bienestar físico, mental y social, en contraposición a la antigua definición más simple de salud, entendida como ausencia de enfermedad.



En esta búsqueda, entre otras muchas cosas, probamos actividades, vivimos experiencias, soñamos y llevamos a cabo proyectos de vida. Conocer porque potenciamos unas vivencias y dejamos de lado otras, algunas de las cuales ni siquiera deseamos probar, tiene mucho que ver con la reflexión y la introspección que cada uno ha de hacer a lo largo de su vida, en ese proceso de maduración que no acaba nunca y que permite dirigir nuestro camino.


Este bienestar, también asociado al placer se puede conseguir de forma rápida, intensa y fácil con el consumo de sustancias psioactivas -sustancia psicoactiva es toda aquella que afecta al Sistema Nervioso Central: drogas legales e ilegales y algunos fármacos- pero solo en un periodo de tiempo determinado . Es el periodo de tiempo que va desde el inicio del consumo, pasando por el abuso para llegar finalmente a la dependencia. En ese momento la sustancia o sustancias psicoactivas serán las que controlen la vida de la persona. El placer ya no existe como tal, sólo se busca no sentir el displacer que provoca a nivel físico, psiquico y social el no consumo. El cerebro con sus circuitos del placer ya se ha modificado y de forma recurrente le recordarà a uno esas experiencias "positivas" y vividas con el consumo. Esta será una de las razones que ayudan a comprender la conducta adictiva y que corroboran la insuficiencia de la voluntad propia como única vía para mantenerse abstinente.


Consecuencias como alteraciones cognitivas: problemas de memoria, atención..., alteraciones de conducta: agresividad, irritabilidad..., brotes psicóticos secundarios al consumo...


Un estilo de vida saludable está formado por una serie de conductas que potencian y promueven ese bienestar de forma natural. Seguramente no hay una intensidad tan grande y ràpida como con el consumo en sus inicios pero el sentimiento de autocontrolautoeficacia y el aumento de la propia autoestima como consecuencia a todo lo anterior, son importantes reforzadores positivos.

Estos hábitos se potencian unos a otros, crean sinergias y su influencia es circular. Hábitos de salud más que recomendables para todos pero con especial énfasis para las personas con conductas adictivas.

Algunos de los hábitos de salud a los que me refiero:

*Dieta equilibrada (en la dependencia a una sustancia se reduce la ingesta de alimento).
*Ejercicio regular (entre otras muchas razones porque genera endorfinas a nivel bioquimico).
*Sueño reparador (el consumo provoca siempre problemas de insomnio).
*Gestión del estrés (la relación que se establece con la sustancia psicoactiva se convierte en muchos casos en un alivio a la tensión, al estrés, a los conflictos que se intentan evitar y por tanto hará falta un trabajo de gestión positiva del estrés fuera del consumo).
*Espacio de ocio y relaciones sociales. Motivan, enriquecen y fortalecen a la persona.
*Sexualidad activa y con protección.

A modo de breve conclusión incidir nuevamente en como se solapan unos hábitos a otros. Una cena ligera y haber hecho la digestión antes de ir a dormir, propicia sueño reparador. Si hemos dormido bien, estamos en mejor predisposición para gestionar los momentos de estrés y si mantengo relaciones sociales o no las tengo, las puedo buscar en el gimnasio donde canalizo de forma positiva toda la irritabilidad y ansiedad que siento . Sería solo un ejemplo, encontrariamos muchos más. Iremos trabajando todos estos hábitos con más profundidad.